¿Sabías que muchos productos de limpieza tradicionales contaminan debido a los químicos que llevan? Una alternativa a estos productos son los limpiadores enzimáticos. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales?

Una de ellas es la composición interna, en concreto los productos enzimáticos llevan bacterias buenas que ayudan a descomponer la suciedad y lo mejor es que no contaminan.

En cambio, algunos productos químicos como jabones, detergentes y similares llevan tóxicos y alcoholes que pueden dañar la piel y hay que tener cuidado con su uso.

En este artículo encontrarás una guía con las principales diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales, así como su funcionamiento y recomendaciones de uso.

Diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales: ¿cuáles son?

Antes de explicar las disimilitudes entre ambos productos, vamos a comenzar a explicar cómo es cada uno y para qué sirven.

Comenzamos por los limpiadores enzimáticos que explicamos en detalle en el enlace anterior. A modo resumen, se puede decir que un producto enzimático es aquel tipo de limpiador basado en la actividad de las enzimas para eliminar la suciedad y las manchas.

Las enzimas son proteínas que actúan como catalizadores y son capaces de descomponer la suciedad y las manchas, ya que son capaces de liberar a los demás ingredientes para eliminar la suciedad restante.

Diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales

En los limpiadores enzimáticos, las enzimas suelen combinarse con otros ingredientes, como aminas, tensioactivos y agua.

Los limpiadores enzimáticos son útiles para eliminar la suciedad y las manchas de muchos tejidos, incluidos los encerados, el vinilo y el algodón. También se usan para limpiar superficies y desatascar tuberías, entre otros usos.

¿Cuáles son los tipos de enzimas empleadas en los productos de limpieza enzimáticos?

El término «enzima» se utiliza para describir una molécula compleja que actúa como catalizador en un proceso biológico. Hay muchos tipos diferentes de enzimas, cada una con su propia función específica.

En los productos de limpieza enzimáticos, se utilizan uno o varios tipos de enzimas para descomponer la suciedad y el aceite en la limpieza de superficies duras.

  • Las enzimas actúan provocando una reacción química que da lugar a la degradación de la molécula objetivo.  Por ejemplo, si una enzima está diseñada para degradar las grasas, romperá las moléculas de grasa no deseadas en la superficie de una superficie. Este es el caso de las lipasas que son capaces de romper los enlaces químicos de las sustancias grasientas.
  • A mayores, existen las protesasas y las lipasas. Las primeras son perfectas para eliminar rastros de alimentos ya que son capaces descomponer proteínas de aditivos alimentarios y partículas digestivas.
  • Las celulasas son proteínas muy suaves y que protegen la ropa. De ahí que se usen en suavizantes y ciertos jabones. Tienen una gran capacidad de quitar los malos olores.
  • Finalmente, están las amilasas, las beta-galactosidasas, las lipasas y las proteasas que son algunos de los tipos de enzimas más comunes que se utilizan hoy en día en los productos de limpieza.

¿Cómo funciona un producto de limpieza normal o no enzimático?

Un producto de limpieza normal o no enzimático es cualquier tipo de producto que no contenga enzimas. Como hemos explicado antes, las enzimas son catalizadores biológicos que permiten a descomponer moléculas orgánicas complejas en otras más simples.

Esto es muy útil en la limpieza ya que estas partículas son capaces de alterar otras partículas de suciedad, grasa y polvo.

Por ejemplo, si un limpiador a base de enzimas se utiliza en superficies domésticas delicadas, como el cristal o el plástico, puede descomponer algunos productos químicos que recubren la superficie.

Esto no significa que las enzimas dañen las superficies ni los materiales, todo lo contrario, pero deben usarse en cada producto específico de la enzima.

Diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales

Por este motivo, algunos limpiadores no enzimáticos suelen utilizarse junto con las enzimas para garantizar que la descomposición sea rápida y completa.

Entre los tipos más comunes de limpiadores no enzimáticos se encuentran los epoxis a base de agua y los limpiadores a base de amoníaco. El problema de estos productos es que usan un agente limpiador tóxico como es el amoníaco.

El amoníaco es un agente limpiador muy eficaz para eliminar todo tipo de restos de jabón y otras manchas fuertes. Lo malo es que es muy irritante, además de tóxico y molesto por su olor, por lo que debe utilizarse con cuidado y usando protección como gafas y guantes.

La clave está en usar limpiadores que lleven productos enzimáticos y no enzimáticos. Así, al trabajar en conjunto ambos productos su poder de limpieza aumenta, ya que descomponen y protegen las materiales y superficies sobre los que se aplican.

¿Cuáles son las ventajas de usar los productos de limpieza enzimáticos en comparación con los tradicionales?

Los limpiadores enzimáticos son la opción perfecta para aquellas personas que buscan un limpiador respetuoso con el medio ambiente y que utilice menos agua.

Las enzimas ayudan a limpiar, descomponiendo las manchas y los residuos a medida que entran en contacto con el producto de limpieza.

En cambio, los limpiadores tradicionales se basan en una mezcla de tensioactivos y ácidos, que requieren una gran cantidad de agua para actuar con eficacia.

Además, los limpiadores enzimáticos no son perjudiciales para el medio ambiente, lo que los convierte en una opción más sostenible.

Por estas razones, los limpiadores enzimáticos suelen considerarse una alternativa atractiva a los limpiadores tradicionales.

A modo resumen, los beneficios de usar productos de limpieza con enzimas son los siguientes:

  • No contienen productos químicos tóxicos como alcoholes ni jabón, que pueden ser perjudiciales para las personas y el medio ambiente.
  • Pueden ser más eficaces que sus homólogos químicos, debido a su capacidad para invadir las partículas de suciedad y cortar la materia orgánica

Instrucciones y recomendaciones de uso para este tipo de productos de limpieza

Como todos los productos de limpieza hay que seguir las normas de uso, incluso en aquellos productos que no hacen daño como son los enzimáticos.

Diferencias entre limpiadores enzimáticos y tradicionales

A continuación, os dejamos una pequeña guía con consejos e instrucciones de uso de los productos limpiadores con enzima.

  • Al utilizar un limpiador enzimático, es importante seguir las instrucciones que marca cada producto y su fabricante. Por ejemplo, algunos limpiadores pueden requerir una dilución antes de su uso y otros pueden necesitar ser aplicados inmediatamente después de la dilución.
  • Algunos limpiadores también vienen en forma concentrada, que puede utilizarse para limpiar manchas difíciles como las de aceite o gasolina.
  • A mayores, hay que tener en cuenta que los limpiadores enzimáticos pueden diluirse y utilizarse en superficies porosas como encimeras o azulejos.
  • Además, algunos productos pueden no ser seguros para todo tipo de superficies, por lo que es importante leer atentamente el manual de instrucciones.

Recuerda que cada marca y fabricante tiene una relación de diluido diferente que debe seguirse al pie de la letra para el correcto funcionamiento de cada producto.

Por ejemplo, para realizar la limpieza de tuberías y caños del baño o la cocina es conveniente usar un limpiador enzimático de tuberías y diluirlo con un dosificador. En el caso de nuestro producto Enzimático es recomendable una disolución de 200 cc cada día en cada tubería o caño.

Tanto si buscas limpiar sin contaminar como si simplemente quieres disfrutar de las ventajas de usar productos fáciles de usar y seguros y sin toxinas, los limpiadores a base de enzimas son la solución para tu hogar.

Así que la próxima vez que tengas que elegir entre un limpiador a base de enzimas o una marca tradicional, recuerda estas ventajas y elije en consecuencia.

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