Cuando las piezas metálicas se oxidan pierden color y cogen una capa que en ocasiones es difícil quitar. Sobre todo, si se deja mucho tiempo. Si quieres saber cómo quitar oxido del metal y cualquier otro material este artículo te interesa.

Pero antes de explicarte y darte consejos para quitar el óxido te vamos a contar qué es y por qué se produce para que evites que otros objetos se oxiden.

¿Qué es el óxido?

La RAE define al óxido como una capa de color rojizo que se forma en la superficie metálica del hierro a consecuencia de la oxidación causada por la humedad y el agua.

Este término usado para describir las sustancias y superficies que aparecen en los metales por la acción de la humedad, el agua u otros agentes externos como el frío o la lluvia.

El resultado es una capa o superficie corrosiva que estropea los materiales.

¿Cómo y por qué se oxidan los metales?

El óxido tiene un efecto negativo en el metal ya que lo acaba estropeando con el paso del tiempo.

Primero se forma cuando entran en contacto el oxígeno, el metal y la humedad.

Una vez se forma el óxido comienza a corroer el metal y aparece una capa escamosa de color rojo anaranjado que debilita el hierro o metal. El óxido hace que el metal sea más débil ya que reduce su masa y la pieza ya no soporta el mismo peso que tenía al inicio.

Esto es bastante normal en procesos largos de exposición a la corrosión realizada por el óxido. Si el metal está expuesto durante mucho tiempo a la corrosión se acaba dañando y hay que dedicar más tiempo a su reparación o sustitución.

Evitar esto es posible si detecta a tiempo.

La palabra óxido poco o nada tiene que ver con la oxidación química que se refiere a una unión de un elemento con el oxígeno. Un ejemplo puede ser el color marrón de una manzana mordida.

¿Cómo quitar el óxido?

Para evitar el óxido lo mejor es atacarlo y retirarlo tan pronto lo veas, lo malo es si no te das cuenta de su presencia ya que puede corroer y agujerear cualquier metal.

A mayor tiempo esté en contacto el metal con el óxido más difícil será retirarlo y eliminarlo. Por cierto, ten en cuenta que cuando hablamos de metales no solo nos referimos al hierro y al acero, también la plata, el oro y otras superficies metálicas.

Aunque es cierto que la plata y el oro son más difíciles de oxidar conviene tenerlos guardados en un lugar poco húmedo y lejos del agua. Un consejo es introducir saquitos antihumedad en el recipiente o joyero donde guardas las joyas metálicas.

Otra recomendación importante es revisar los mandos a distancia cada cierto tiempo ya que las pilas pueden acabar oxidándose y derramar un líquido naranja que puede estropear el mando o el equipo electrónico en el que estén las baterías.

Tener limpias y secas las herramientas y equipos metálicos también puede ayudar a prevenir la típica capa de óxido que ser forma en las superficies.

Una forma eficaz de que tus herramientas favoritas no se estropeen es engrasarlas antes de guardarlas. Con respecto a la cubertería, cuchillos y tenedores es mejor lavarlos a mano o bien secarlos cada vez que los saques del lavaplatos.

Colocar un saquito antihumedad entre las sartenes y cacerolas puede ayudar a evitar que aparezcan capas de óxido. Con respecto a las cuchillas que se usan para limpiar las vitro cerámicas es conveniente limpiarlas antes de guardarlas.

Estos trucos básicos no sirven si el óxido ya ha penetrado en la superficie del metal durante bastante éxito. Para quitar el óxido de forma definitiva tenemos varias formas según sea el material en el que esté incrustado.

Lo ideal es usar algunos de los ácidos que tenemos en el hogar en productos de fácil acceso como el vinagre o el zumo de limón.

  • Ácidos como el vinagre: deja actuar este líquido en contacto con la superficie metálica. Lo puedes combinar con zumo de limón, sal o incluso patatas si ves que el vinagre no funciona. Deja el metal dentro del líquido durante unas cuantas horas.
  • Sal y limón: la acción combinada de estos dos productos debería ser suficiente para retirar niveles de óxido medios de metales como un martillo o una llave inglesa.
  • Bicarbonato de sodio o bórax. Si la sal y el vinagre no funcionan puedes probar el bicarbonato de sodio que tiene una acción abrasiva un poco superior al vinagre.

¿Cómo quitar el óxido de los metales?

Antes de saber cómo retirar el óxido de los metales debemos de saber que todos los metales son susceptibles de ser oxidados y tener un tipo de corrosión.

Da igual que sea hierro o acero, ambos se pueden oxidar. Evidentemente, si es acero inoxidable es casi imposible de que se oxide en circunstancias normales. Sin embargo, puede corroerse si el cromo se expone al oxígeno y tiende a formarse una capa muy fina de óxido de cromo.

A continuación, os indicamos los metales que no se oxidan, pero sí que se corroen.

Metales que no se oxidan: ¿Cuáles son?

  • Aluminio.
  • El latón, el bronce, el cobre y el titanio.
  • Los galvanizados y el acero inoxidable.
  • Los metales nobles como el oro, la plata y el platino.

Todos estos son metales que no se oxidan, pero sí pueden corroerse, mancharse o empañarse.

Si has probado el vinagre, el limón y el bicarbonato y sigue el óxido en el metal es hora de usar desoxidantes.

Los desoxidantes son productos químicos a base de ácidos inorgánicos que no dañan la piel, también llevan emulsionantes, desengrasantes y glicoles para activar el decapado del óxido y no dañar al metal al llevar inhibidores que protegen el metal.

Estos productos químicos no solo sirven para quitar el óxido formado en metales y objetos, también para rapidez en la eliminación de grasas en metales.

Un ejemplo de estos productos es nuestro desoxidante SKU 1062 capaz de retirar óxido de cualquier metal u objeto.  

Es capaz de retirar el óxido en los siguientes metales:

  • Hierro.
  • Cadmio.
  • Cobre.
  • Plomo.
  • Latón.
  • Aceros y aluminios.

Debe evitarse su uso en metales galvanizados, hojalata, níquel y estaño. Su uso es directo mezclado con agua y funciona por rociado o inmersión en agua. En función de la capa de óxido se puede diluir o bien usar directamente.

El calor potencia la acción desoxidante. Una vez actúa el producto es conveniente limpiar y aclarar los restos. Y con esto bastaría para retirar el óxido de cualquier metal

Si buscas un desengrasante que actúe en cualquier metal el mejor es el que lleva ácidos inorgánicos e inhibidores que protegen el metal.

¡Estos productos son los mejores del mercado para quitar óxidos de cualquier metal!

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